La Mente Serena
Aprender a serenar tu mente no tiene precio. Puedes tener una vida maravillosa: una linda pareja, una hermosa familia, la mejor casa, el mejor carro, dinero en el banco, pero si tu realidad interna, tu realidad mental, es de angustia, estrés, insatisfacción y otros malestares, no puedes disfrutarlo y no eres feliz. Cuando aprendes a serenar tu mente, no sólo descubres como vivir más plenamente, sino que logras influir serenamente sobre los demás y contagiarlos a ellos y a este mundo, de tu serenidad.
Este tema es muy a propósito de nuestro viaje a Sudeste Asiático con Avance, en donde tendremos la oportunidad de caminar los templos y monasterios en que se han gestado conocimientos que han permeado la psicología y que permiten aprender a serenar la mente. La sabiduría que nace de las pácticas de conocimiento de la mente que se han dado en estos recónditos lugares, ha trascendido y está muy en boga hoy en día para tener una mente serena. La práctica de Mindfulness, que se da en universidades tan importantes como Stanford, en los Estados Unidos, que es la práctica de la atención plena, tiene sus orígenes en estos lugares que visitaremos.
Para los orientales, la mente es la “loca de la casa”, se dispersa, está llena de pensamientos, y sin darnos cuenta, domina nuestra vida. Muchos de estos pensamientos son automáticos, inconscientes pero aún así nos gobiernan. El ruido que hacen algunos de ellos nos lleva a desarrollar una visón nagativa, autoderrotista o alarmista, que se puede traducir en estrés, ansiedad y depresión. En este y próximos escritos aquí en nuestro blog, estaremos repasando diferentes maneras de serenar la mente, para tener paz interior.
Todo lo que hagas en favor de ti mismo, por tu crecimiento personal, para conocerte y para aprender a experimentar calma interna, vale la pena, ya que beneficia no sólo tu salud mental, sino tu salud física. En la medida que alcanzas armonía en tu mente, también se beneficia tu cuerpo.
Muchos de nuestros dolores y malestares son el resultado de cómo manejamos nuestra mente. O mejor, de cómo nuestra mente nos maneja a nosotros. Aprender a conocer y examinar la naturaleza de nuestra propia mente, los pensamientos, motivaciones, emociones, que hay en nuestro interior, nos permite serenarnos y ese es uno de los legados de Oriente: las prácticas para serenar y aquietar la mente.
- Clave para serenar la mente: PRACTICA EL SILENCIO INTERIOR
Aprender a pasar tiempo contigo mismo, en silencio, alejado del ruido y las distracciones, es una de las prácticas que más puede ayudarte a serenar la mente. Algunas ideas para lograrlo:
- Caminar sólo en la naturaleza o en un parque, disfrutando del aire o el viento, sintiendo en tu cuerpo la temperatura, si hay sol, respirando, oyendo, viviendo plenamente la experiencia de los sentidos.
- Comer sólo, sintiendo el sabor de cada bocado.
- Pasar ratos en tu propia compañía, haciendo cosas que no requieren que tengas activos tus pensamientos, y sin distracciones, simplemente disfrutando de ser.
- Hacer retiros para tu crecimiento personal, que te desconectan del “mundanal ruido” para encontrarte contigo mismo.
En el próximo blog, exploraremos otra práctica para la mente serena.
María Clara Arbeláez, psicóloga U. de Los Andes y Directora de Avance Crecimiento Personal